




Crónica Vagos Open Air, día 2.
Portugal es un país donde la música se vive con una pasión especial y esta se refleja en las bandas que proyectan clase a la hora de actuar como es el caso de We Are Killing Ourselves (W.A.K.O).
Genial el quinteto de Lisboa, dando una lección de cómo abrir un concierto y hacer las cosas bien encima de un escenario. Provocaron una oleada potente desde primera hora de la tarde de esta segunda jornada del Vagos Open Air 2015 con creaciones de influencias varias y temas intensos.
Escasos se hicieron los 30 minutos de actuación donde disfrutamos de riffs rugientes y veloces cabalgando entre el Death Metal y tocando sutilmente la vertiente Core.
Tiempos limpios en las guitarras y marcados en la batería y bajo mezclado con la voz imponente de Nuno Rodrigues grave y rasgada sin llegar a ser gutural. De lo mejor para dar comienzo a esta segunda parte como así demostraron los que ya abarrotaban a Quinta do Ega.

Algo que me sorprendió de esta edición del festival fue el variado cartel pero también su detracción por grupos Thrash, siendo un estilo que particularmente me fascina. De este palo con mucho Groove, va la única banda representante de nuestro país en esta edición, los gallegos Mutand Squad.
Publico ya caliente después de la actuación de W.A.K.O. que nuestros compatriotas lograron avivar con su concierto. Sólo tres en el escenario, logrando llenarlo de musicalidad con riffs y punteos armónicos matizados por la voz de Pla, bien acompañado por la batería de Caki y el bajo profundo de Campi.
Trayectoria meteórica la de estos chicos compañeros de escenario de grandes bandas y actuando en prestigiosos festivales dejando el listón bien alto, demostrando la buena calidad también del metal made in Spain.

Turno siguiente para unos legendarios del género, los en esta ocasión, alemanes, Destruction.

Thrash germánico que después de muchas décadas y con una convulsa trayectoria, su fundador, vocalista y bajista Marcel “Schmier” logró rescatar del naufragio regresando para conquistar a las nuevas generaciones.
Pura fuerza en el escenario con acordes atronadores y bases bestiales haciéndonos recordar quienes eran y porque habían triunfado hace treinta años.
Portugal se volcó entero con estos veteranos que proporcionaron espectáculo, entrega y que pasearon a lo largo de toda su discografía desde aquel ya lejano “Infernal Overkill” del 85.
Más complicado va a ser hablar de los suizos Triptykon. Reconocidos en su país, donde los géneros y subgéneros metal se fusionan con estilos diferente.

Forman una música muy particular no apta para todos los públicos.
Su salida a las tablas creo grandes expectativas, con indumentaria negra y maquillaje de su frontman emulando a Alice Cooper pero su actitud, tanto musical como interpretativa demasiado oscura, se hizo algo tediosa, incluso la de Vanja, bajista que teníamos ganas de disfrutar como buena dama del metal.
Temas muy similares entre sí, extremos, lentos y poco dinamismo grupal por estar metidos completamente en su papel tenebroso, relajo un poco la adrenalina descargada anteriormente.
Pero llego…llego esa adrenalina esperada y adictiva de manos de los enormes Black Label Society.
Monstruos musicales con Zack Wylde al frente recorriendo con sus dedos guitarras coloridas que cambiaba a cada tema que interpretaban. Éxtasis musical que nos transportaba al cielo con cada nota y punteo generado por esta bestia de la guitarra, grandísimo amigo del desaparecido Dimebag Darrel, al cual, después de sentarse tras un piano, le dedicó “In This River” balada del 2005 llena de sentimiento y frustración.
Grandísimo también Jhon DeServio, bajista sublime de dedos veloces que parecían desaparecer entre el mástil y aquellas cuerdas rojas brillando con luz propia como pocos consiguen. Excelente su otro guitarra, de cumpleaños ese día, al que Zack felicito haciéndonos cantar a todos los presentes Happy Birthday, y el batería igualmente completando un concierto imposible de olvidar.
¡¡Magníficos maestros!!


Las malas lenguas rumoreaban que los últimos conciertos de Venom no habían estado a la altura de la fama de los padres del Metal extremo.
Pioneros del Black los de Newcastle rompieron moldes en los años ochenta creando escuela y dando un giro completo al Heavy más clásico. No sé a qué se deben los rumores porque lo que presencié en Vagos fue un concierto de órdago con un batería indescriptible al que era imposible quitarle el ojo de encima.
Chronos líder de la banda se involucró totalmente y los punteos Speed de La Rage pusieron en su sitio a las malas críticas hacia la banda.
Bolo épico transportándonos en el tiempo con sus temas más recordados y otros más recientes de su trayectoria. Banda clásica y querida como cabeza de cartel de esta segunda jornada.
Este año como apunte especial, se cerraban los conciertos con bandas invitadas del país. Desconocidos para mi, los lisboetas Fili Nigrantium Infernalium, despedían esta noche del 8 de Agosto con Black Metal extremo, del que nos dimos cuenta, posee grandes adeptos, haciendo furor entre el público. Oscura despedida para este día marchándonos sin ganas pero esperando impacientes la siguiente.
En nada crónica final…
Texto: Patri. G.
Fotografías: Nelly Varela.
