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Crónica Black Bone

Cuando alguien te propone un rato de Rock está bien. Si esa banda toca en una de las salas con mejor sonido de la zona, está mucho mejor pero si aún encima esa banda la traen los hermanos de Lestrato,  sabes que el goce va a ser máximo. 

El equipo de Galiza Metal nos acercamos a Cangas el viernes 26 de Enero para poder asistir al concierto de los holandeses “Black Bone”. Decían las buenas lenguas que sus influencias giraban en torno a grupos como Motorhead y eso, siendo  amante acérrima del Hardrock no me lo podía perder.

 

 

Entramos en la sala sobre las 22.00 horas y ya nos encontramos con un fiel y caldeado público el cual le da una vida a Salason increíble. La hora del comienzo del bolo estaba programada para las 22:30 y  puntuales, minuto arriba minuto abajo, salieron a escena el poderoso trío. Poderoso sí, no puedo ponerles un adjetivo que los describa mejor, desde el primer riff hasta el último demostraron la potencia de la que tanto se hablaba y poseyeron  a todos los presentes con rapidez, frescura, juventud y calidad profesional.

 

Steef van den Bogaard , frontman y guitarra del grupo, es un monstruo de escenario, se lo come todo con una actitud que derrocha energía a raudales entre riffs puramente Hard y punteos seductores los cuales bañados con su melódico tono de voz a veces roto producen la esencia del estilo. El dulce Randy van der Elsen a las cuatro cuerdas, más tímido al principio pero involucrado, proporcionó a las bases rítmicas  unos ganchos inspiradores para fabricar el sonido y la forma a temas tan contundentes como son los de los holandeses y acompañándolo completando plenamente las bases rítmicas, el increíble baterista Willem van Bokhoven el cual alucinó a todos los presentes con un arte y una actitud fuera de serie que nos dejó boquiabiertos y gozando al son de un solo de batería  que para nuestra alegría regaló. A veces lo sencillo es lo que enamora.

 

 

“Nashville Rain”, ”Hollywood” o temazos como “You Gotta Nerve” son dignos de escuchar pues nos hicieron saltar, cantar y subir los niveles de serotonina a tal punto que todos nos fuimos agotados y satisfechos y por supuesto felices de poder tener la suerte de disfrutar a tal nivel.

 

Esperando impacientes su nuevo disco y gira para volver a sentir lo vivido. Después de una noche sin igual desde hace mucho tiempo sólo me quedan los agradecimientos que por supuesto son indispensables.

 

 

En primer lugar a Nuria y a Henry por su simpatía  y profesionalidad haciendo que cada concierto en su local sea de calidad e irrepetible. Segundo lugar al público tan fiel como decía antes y tan respetuoso y cálido con los músicos, así da gusto.

 

 

En tercer lugar a nuestros queridos Lestrato que con tanto esfuerzo y cariño nos dan estos regalazos  e inyección de adrenalina para no olvidar jamás y por último y casi el más importante a los músicos, Steef,  Randy y Willem por su cercanía, cariño  y por encima de todo por hacernos llegar una música con estilo propio que difícilmente podremos sacar de nuestra cabeza en mucho tiempo.

 

 

¡¡Hasta la próxima!!

Texto: Patri G.

 

Fotografías: Nelly Varela

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