top of page

Crónica Dare + Deaf Leopard, Sala Arena.

  Una gira de tres fechas ha traído de nuevo a la banda Dare a España, con disco nuevo (editado a mediados del año pasado) bajo el brazo. El fiel público que les sigue hace casi veinte años no les defraudó, y les fue a ver.

 

   En cada ciudad contaron con bandas teloneras. En Madrid, a donde me desplazé para el concierto, los encargados de dicha labor fueron Deaf Leopard (¿hace falta que diga a qué banda rinden tributo?), con un viejo conocido  la voz, Ignacio Prieto, actualmente en Atlas.

 

   Hubo cosas que me gustaron de ellos, y otras no. Por un lado, siempre viene bien que las canciones sean conocidas, se pueden corear, pero por otro no acabé de encontrar adecuada la voz de Ignacio. Su tono es más rasgado, hecho para temas más cañeros, y la manera de cantar tampoco era como la de Joe Elliot. Aunque no sé cómo se plantean el sonido, cuánto de fidelidad al sonido Leppard quieren conseguir.

  Hay que añadir algunos fallos de sincronización en algunos temas. El repertorio no estuvo mal, pero eché de menos alguna balada. Supongo que quisieron dar el máximo en el tiempo tan justo que tenían.

   Con la mayor puntualidad comenzó el concierto de Dare. Como decía antes, presentando su último disco, “Sacred ground”, en el que Vinny Burns vuelve a poner las notas a las guitarras. Cómo se nota su vuelta… los temas son una delicia, y el solo de cada canción las convierte en pequeñas joyitas. Incluso han recuperado la vitalidad adormilada hasta hace poco…

 

   El público, con una sorprendente cantidad de gente joven, coreó y cantó cada tema sin tregua. El grupo, en especial Darren Wharton, feliz de reencontrarse con la gente. Nunca le vi cantar con tantas ganas, tan pletórico. Así que el concierto se convirtió en un agradecimiento mutuo de unos a otros.

   La banda hizo un repaso a su discografía, escogiendo temas ya clásicos, y cuatro de su último disco: “Home” , “Hear you pray” (quizás mi favorita de este álbum), “Days of summer” y “On my own”. El repertorio viajó hacia atrás en el tiempo a medida que avanzaba el concierto, con lo cual la parte final fue fantástica. Los momentos más densos fueron los pertenecientes al segundo álbum, “Blood from the Stone”, del que interpretaron “Wings of fire” y “We don,t need  a reason”. Entonces, la gente saltaba y gritaba por toda la sala.

 

    No pudo faltar para terminar el show el clásico “The raindance”, En el bis que tuvieron que hacer por aclamación del respetable, aunque no pareció costarles mucho, “Return the heart”, dedicado como siempre y con cariño a Phil Lynnot.

Tras el concierto, el grupo se tomó un rato para estar con los fans y sacarse fotos y firmar discos. Esa es la actitud que siempre se agradece, y que demuestra que sin tener en estos momentos ventas millonarias, siguen disfrutando igualmente de lo que hacen y por ello nos hacen disfrutar a los que vamos a verles

Texto y fotografías: Chari Alraune.

Os dejamos un videoresumen de lo ocurrido en Madrid:

bottom of page